Se necesita mucha poesía para soñar con cambiar el mundo.
Gioconda Belli (Managua, 9 de diciembre de 1948) es una poeta, novelista y activista nicaragüense. Su obra literaria se caracteriza por su compromiso político y por rescatar y ahondar en el universo femenino, reivindicando el papel de las mujeres en la sociedad y en la construcción de la cultura. En 1972, con su primer libro Sobre la grama, revoluciona la poesía centroamericana al abordar sin tapujos el cuerpo y la sexualidad femenina. Su activismo le llevó a militar en el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), y a ocupar durante un tiempo (1979 a 1994) cargos de responsabilidad una vez los sandinistas derrocaron a Somoza.
Francisco Urondo nació en 1930 en Santa Fe (Argentina) y fue un destacado poeta de la poesía de este país de los años 50. Entre sus aportes, se destacan sus colaboraciones en la Revista Poesía Buenos Aires. En su estilo, se puede notar una fuerte influencia de autores como Oliverio Girondo y Juan Laurentino Ortiz, presentando un lenguaje coloquial bañado de elementos auténticos. Algunos de sus títulos más destacados son “Lugares”, “Adolecer” y “La patria fusilada”.
Además, Urondo era un activista y durante la Dictadura Militar fue perseguido no sólo por su labor poética, sino también por sus ideas políticas, manifestadas públicamente. Por otro lado, trabajó como periodista, siendo importantes sus aportes en diferentes medios nacionales e internacionales como “La Opinión”, “Primera Plana” y “Noticias”.
Uno de sus poemas más conmovedor es “La vuelta al pago. En él, Urondo manifiesta su deseo de no regresar a un espacio frágil de justicia, donde todo lo que brilla no es oro y lo que aparentemente protege, pudre por uno u otro lado. Concluye proponiendo vivir sin dominios, sin ataduras; posiblemente sea uno de los poemas anarquistas más hermosos que existen. También les recomendamos la lectura de “Hoy un juramento”, “Carlos Gardel” y “Fin y principios”.
Bertolt Brecht fue un escritor alemán, nacido en Augsburgo en el año 1898. Desde muy pequeño sintió afición por las letras y publicó su primera obra cuyo título era “Baal” cuando tenía 20 años. Se dice que era un joven sumamente rebelde, opuesto a las ideas de la casa paterna y dispuesto a vivir a su manera, dejándose atraer por lo extravagante y viviendo intensamente cada segundo. Posiblemente esta forma de vivir fue la responsable de que buscara en el arte la forma de entender la realidad, viendo la literatura como una herramienta para conseguir un cambio en su entorno. Durante la I Guerra Mundial y a causa de sus ideas marxistas, Brecht fue obligado a exiliarse y vivió en Rusia, Estados Unidos, Suiza y Finlandia. De esta época datan gran parte de sus obras, tales como “Tambores en la noche”, ” Pero en la fría noche” y “Galileo”; la mayoría de ellas, con un tono político rebelde y social.
Brecht falleció en agosto de 1956 en Berlín y es recordado como uno de los poetas y dramaturgos más influyentes del siglo XX, creador del teatro épico y autor de una poesía cristalina y viva, gracias a la cual ha logrado trascender y convertirse en una lectura indispensable para aquellos amantes del teatro y sobre todo de la poesía social.
“Instalada ya el habla de la pobla en el imaginario personal, el florecimiento del discurso indígena público, operado a contar de 1992, no hizo otra cosa que reforzar y darle el aire necesario que le faltaba a la poética de David Aniñir. La estética mapurbe sale airosa (sube) desde el enclave mapuche donde retorna siempre, y se para en el centro simbólico y real de la “mierdópolis donde arde el asfalto”. Discurso que también hizo rápida sintonía, en un ejercicio genuino de interculturalidad, con otros del entorno de resistencia antisistémica urbana; allí donde todos por igual “fornikan a la luz de la gran torre entelunar”.
En la peña mapuche de solidaridad con los presos políticos, en el encuentro de poesía emergente, pero también en el recital rock o en el ambiente futbolero de la Garra Blanca, la estética mapurbe se ha consolidado en estos tiempos últimos, casi como una seña de identidad transmapuche, que entre otras cosas, ha terminado de dar legitimidad en el verbo al último eslabón de la larga cadena de las identidades mapuche contemporáneas: la de los mapuche urbanos hijos e hijas del asfalto y de la diáspora de un pueblo, representada por sus –nuestros padres– o abuelos. ¿Quién no conoce o cree conocer a estas alturas a la María Juana, la Mapunky de la Pintana o muchas veces ha visto a Lautaro subiéndose a la mala a un bus del Transantiago?”
Antología poética integrada por Juan Gelman, Roque Daltón, Julio Cortazar, Gioconda Belli, Eduardo Galeano, Alfonsina Storni, Bertolt Brecht, Fernando Pessoa, Mario Benedetti entre otros/as
Marisa Wagner nació en Huanguelén, Pcia. de Buenos Aires. Su vida transcurrió por inagotables experiencias inundadas de alegrías y tristezas. Inicio la carrera de Psicología Social, militó en política, fue madre, amante. Jugó entre la cordura y la locura. En este ir y venir incursionó en el dibujo, el teatro y la poesía, todo ello con sólo un gran caudal de creatividad.
Poeta argentina nacida en Buenos Aires en 1936.
Obtuvo su título en Filosofía y Letras por la Universidad de Buenos Aires y posteriormente viajó a Paris hasta 1964 donde estudió Literatura Francesa en La Sorbona y trabajó en el campo literario colaborando en varios diarios y revistas con sus poemas y traducciones de Artaud y Cesairé, entre otros.
Es una de las voces más representativas de la generación del sesenta y es considerada como una de las poetas líricas y surrealistas más importantes de Argentina.
Su obra poética está representada en las siguientes obras: «La tierra más ajena» en 1955, «La última inocencia» en 1956, «Las aventuras perdidas» en 1958, «Árbol de diana» en 1962, «Los trabajos y las noches» en 1965, «Extracción de la piedra de locura» en 1968, «El infierno musical» en 1971 y «Textos de sombra y últimos poemas», publicación póstuma en el año 1982.
En 1972 falleció como consecuencia de una profunda depresión.
Guitarra negra es un puñado de poemas, es su primer y único libro de poesía. Se articula en siete partes sin título y una octava denominada “escorias diferenciales del alma de la letra poética”.
Un Spinetta de juventud, donde se funden la poesía y el problema crucial del ser. Son poemas decididamente surrealistas, de tono onírico.
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